Como todo lo malo, aquel ataque terrorista que se llevó 191 vidas inocentes, llegó de imprevisto. Personas dispuestas a seguir su rutina terminaron protagonizando el segundo mayor atentado cometido en Europa hasta la fecha.
Es indescriptible el sentimiento que te invade cuando piensas que cualquier conocido o cualquier familiar podía haber sufrido el ataque. Ese sentimiento indescriptible es el que tienen los cientos de familias que perdieron a seres queridos aquella mañana.
Aquella fatídica mañana de marzo que ninguno vamos a olvidar, aquella mañana de marzo en la que todos los habitantes de Madrid eran uno sólo.
Madrid no lo olvida
MARÍA TEJERO 4º ESO C
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