miércoles, 28 de noviembre de 2012


DIARIO DE UN ESCLAVO


9 de Abril de 1518

Separado de mi mujer, de mis hijos, de todos mis seres queridos, rumbo a un “nuevo mundo” o eso dicen los seres pálidos. Encerrado, atrapado, con mis compatriotas, ya no cabe ni el aire y siguen amontonando a más hombres.
Hay algo que nunca comprenderé, por qué nos tratan como seres inferiores, como si fuéramos unos animales a los que nos consideran como cosas si, en el exterior somos iguales. No utilizamos el mismo lenguaje, pero ambos tenemos boca; no vestimos igual, pero tenemos el mismo cuerpo.

El trabajo es más duro que nunca, no tenemos descanso, no tenemos comida ni bebida, cada día veo a gente morir y me pregunto cuándo llegará mi hora.
Hoy he conocido a un chico joven, que me recuerda mi hijo mayor, valiente y soñador. Siento la necesidad de protegerle, como si fuera su padre, y la verdad es que el siente la misma necesidad de tener un padre aquí.



                                                                                                                                  Por: Mónica Antelo

No hay comentarios:

Publicar un comentario